Seamos realistas, ¿donde vas sin objetivos? Ya sea a nivel empresarial como a nivel personal, todos necesitamos fijarnos objetivos para avanzar. No tener objetivos, significa que no estás interesado en lo que estás haciendo, que te dejas llevar y que da igual por donde te lleve la vida.
Por eso el orden siempre es una ayuda para estas cosas, y enero es el mes por excelencia para que pensemos en ellos. Tanto si comienzas el año en enero como si sigues el calendario escolar y lo haces en septiembre, ya debes tener claro que es lo que esperas de este 2020. Y para conseguir los planes que te has propuesto, deberás conseguir unos objetivos que te habrás fijado con anterioridad.
Hoy quiero contarte cómo lo hago yo, porque no me suele gustar mucho hablar de objetivos, a veces se me queda corto, porque no solo es un objetivo, sino se trata de algo mucho mas complejo que abarca no solo mi vida profesional sino también la personal.
Así que todos los años comienzo de la misma manera, aunque suelo hacerlo en agosto, porque es el mes en el que estoy de vacaciones y es el mes en el que dedico un ratito a evaluar cómo me ha ido el año, como han ido las cosas y si hay algo que modificar. Así que después de mi revisión, me dedico a soñar.
Pero soñar sueños buenos, no te creas. Aquí siempre me acuerdo de mi padre, cuando nos alentaba a soñar para conseguir nuestras metas, a querer siempre más y a no conformarnos por no creer en nosotros mismos.
Así que cuando comienzo a vislumbrar mi año, lo que hago es acudir a mi libreta de los sueños, un lugar especial donde colocar todo lo que quiero conseguir, desde mis vacaciones a mis objetivos de facturación, pasando por los retos a los que me gustaría que se enfrentara Carlota. Y me dejo llevar, suelo recortar trozos de revistas que coinciden con mis sueños o busco imágenes en internet, también dibujo o tomo notas, dependiendo del momento, pero lo mas importante de todo es que esa libreta de los sueños es un lugar sin censura, aquí no voy a valorar no voy a establecer plazos ni formas. Solo dibujo lo que me gustaría conseguir.
También utilizo mi libreta para añadir mis palabras guía, la del año, esa palabra que me ayuda a focalizarme en la esencia de aquello que quiero mejorar o conseguir.
Mi libreta actual la comencé en 2018, y en ella plasme mi linea de la vida, visualice a muy grandes rasgos mis próximos diez años, y esa linea me acompaña y me da sentido a todo lo que hago en el día a día.
Para mi es muy importante saber donde quiero ir, no encontrarme perdida, sin tener un sentido claro. Aunque reconozco que esa línea puede cambiar, ya que mi vida es bastante movidita.
El 2018 fue mi año más difícil, después del 2000, que fue el año que mi papá nos dejó, el año en el que tuve que enfrentarme a mas problemas en mi vida, y mi palabra gua fue un tributo a mi papá, confiar. Todo ese año tuve la necesidad de confiar no solo en mi, sino en el futuro, en mi capacidad para resolver los problemas a los que me enfrentaba y en que todo pasará.
El 2019 no mejoró mucho, fue el año del cáncer, y la palabra elegida antes de ponerme enferma fue movimiento. Aunque ese año necesite de varias más, inspiración, conexión y expansión. El año fue movidito, interesante y sobre todo muy inspirador.
Y finalmente este 2020 necesitaba el control, aunque también he necesitado que esa apalabra vaya acompañada de foco, abundancia y gratitud.
El 2020 está recién estrenado, así que no se cómo va a ser el año, pero sin duda, mis sueños siguen estando aquí, plasmados ayudándome a recomponer mi camino, ayudándome a establecer la forma de conseguirlos.
Y partiendo de los mismos, puedo pasar a plasmar mis objetivos con calma, desde la tranquilidad y la sencillez, desde la grandeza de quién confiar en si misma y continua avanzando a pesar de todo.
Sobre los objetivos hay mucha literatura al respecto, ya sabes lo que dicen de ellos, que deben ser SMART, ya sabes, específicos, medibles, alcanzables, relevantes y programados.
Sin embargo nada se dice al respecto de otras características igual o más importantes. Para mi la principal característica que debe tener estos objetivos es que sean personales, es decir, que los haya establecido verdaderamente yo, desde el corazón, y no sea un intento de seguir la corriente exterior que nos lleva muy muy, lejos.
Poder acceder a unos objetivos que tienen en cuenta mi forma de hacer las cosas, incluso aunque sea un poco mas lenta de lo que debiera, que tienen en cuenta mi estado físico y anímico, mi realidad personal, que tengan que ver con aquello que realmente quiero es lo verdaderamente importante. Por eso doy tanta importancia a soñar, porque es la base de lo que de verdad quiero. Luego se trata de encontrar el camino, pero siempre teniendo en cuenta nuestra propia realidad.
Este mes de enero es muy fácil perderse entre miles de objetivos que se nos presentan ante nuestros ojos, es el tema estrella del mes, y puede que te estrene un poco mas de la cuenta. Teniendo en cuenta que venimos de los excesos de navidades, el estrés al que podemos someternos es bastante grande.
Así que, aquí te dejo mis consejo estrella:
- Antes de nada, vuelve a pensar donde quieres estar.
- Piensa si estás en el camino correcto y si no lo estás, párate y modifica tu rumbo.
- Tomate tu tiempo, el que tu necesitas y haz un plan a medida.
- Dibuja tus sueños, no te canses de soñar.
- Cuéntaselos a tu gente, hazles participe de ellos, soñar en familia es mucho más gustoso. Y te ayudará a que te comprendan y te apoyen con los objetivos y pasos que deberás de dar.
- Imagina todos los pasos que debes de dar para llegar al final, al sueño.
- Haz todos esos pasos en trocitos pequeñitos, que no te intimiden, y sonríeles. Es tu momento.
- Coge un calendario y traslada esos trocitos pequeñitos al mismo. Recuerda cual es tu realidad y qué es lo que puedes hacer en un día. No eres Superman ni lo necesitas.
- Establece mecanismos de control, alarmas en el móvil, una alerta en el calendario, un momento en el que puedas revisar cómo van las cosas.
- Revisa cómo van las cosas con amor, sin acritud. No es bueno que te exijas más de lo que debes hacer. Quiérete incluso cuando no hayas cumplido con tus planes y tomas las decisiones que consideres oportunas.
Estoy segura de que si logras conectar de manera directa los sueños con los objetivos, lograrás alcanzarlos con menos esfuerzo, menos tiempo y mucha más alegría.
Ya hemos hablado otras veces de objetivos, si quieres otra visión, desde otro punto de vista, te dejo el artículo que escribí en 2.017, estoy segura de que te unido a lo que te cuento hoy, vas a tener mucha más información. Si quieres leerlo, pincha AQUI.
Como siempre, lo importante es cómo haces tú las cosas, encontrar tu propia forma va a ser la manera de conseguir siempre aquello que te propongas.
Así que si me cuentas cómo lo haces tú, que planes tienes para este año, estaré encantada de leerte. ¿Cómo te planteas tus objetivos?
Un abrazo,
Raquel